Conversación ANIDAR con Clara Eslava Cabanellas

Conversación ANIDAR con Clara Eslava Cabanellas (España) el 13 julio 2020 en Arqa.
https://arqa.com/anidar
https://arqa.com/agenda/charlas/ciclo-de-conversaciones-anidar-arquitectura-y-ninez.html
https://www.instagram.com/tv/CClwwRjplTq/ 
Clara Eslava, Pamplona (1972) es arquitecta por la Universidad de Navarra UNAV (1998), y obtiene el doctorado en teoría del proyecto en la escuela de arquitectura de Madrid, UPM (2015) con la tesis “Huellas de la infancia en el impulso creativo. Ámbitos primigenios”, dirigida por Juan Navarro Baldeweg. Docente en estética y diseño en la Universidad Nebrija, Madrid. Coautora y coordinadora del libro ‘Territorios de la infancia’ (Grao, 2005). 

Clara conversó con Jorge Raedó sobre qué es un espacio de juego o de aprendizaje, por qué Madrid debería mejorar su espacio público (hecho de comportamientos y realidades físicas) para ser más acogedora con su infancia y ciudadanos en general, cómo transformar las infraestructuras educativas (escuelas infantiles, colegios, insitutos...) existentes para ser buenas "escuelas estéticas"... entendiendo la estética como la manifestación simbólica de la comunidad tejida de individualidades. Por lo tanto, dice Clara, necesitamos escuelas con estética amable, transparente, inclusiva y lúdica.


Texto extraido de: https://arqa.com/actualidad/colaboraciones/8a-conversacion-anidar-clara-eslava-apuntes-para-pensar-una-ciudad-educadora.html 

En esta edición el diálogo estuvo centrado en la pregunta por los espacios de juego y los espacios de aprendizaje, sus posibles articulaciones a partir de pensar/intervenir en las ciudades constituidas como tales. ¿Cuál es el papel de las grandes ciudades en la crisis de un modelo que la pandemia pone en evidencia? ¿Qué significa dejar de oír los automóviles a toda hora y empezar a oír pájaros? ¿Qué preguntas/posibilidades abre?

“El juego debe ser libre” afirmó Clara. Esto no significa que no pueda haber aprendizaje, este surge del juego, de la experiencia con la naturaleza y ese espacio de juego se caracteriza, desde la perspectiva que Clara compartió, por la transformabilidad y la flexibilidad.

Para la infancia los espacios se configuran de manera distinta que para los adultos. De ese modo, un escalón de un zaguán puede convertirse rápidamente en un espacio de juego para quien mira y vive el tránsito en la ciudad desde la identidad de la niñez, o desde la vejez, por ejemplo. Un aporte interesante que señaló la invitada es justamente la coincidencia entre infantes y tercera edad: las ciudades no son amigables ni para las niñeces ni para las vejeces. ¿Cómo puede ser posible que los responsables de la infraestructura urbana se opongan a la construcción de un banco en una cuadra? ¿Quién necesita sentarse cada 200 metros? ¿Cómo entra en tensión la explotación del espacio público y la intervención para hacer una ciudad más transitable para los/as niños/as y adultos mayores?

Ante la pregunta de si es la ciudad un espacio de aprendizaje, Eslava se refirió a qué tipos de aprendizaje se ponen en juego, según se trate de diferentes barrios “en un barrio acomodado de Madrid va a haber un aprendizaje de conductas, de relaciones sociales, de espacios de seguridad, de inseguridad”, a diferencia de lo que ocurre en barrios vulnerables.

“En la ciudad se aprende desde hablar con el panadero hasta saber cruzar la calle” afirmó. Aunque reconoció que debería ofrecer más, para los y las niños/as, y los y las adultos/as mayores. Tal vez la pandemia sea también una oportunidad para repensar y rehacer esas ciudades desde las miradas niñas y adultas mayores.